Así luce «Quetzal-2», el nuevo satélite guatemalteco
El satélite Quetzal-2, una obra de ingeniería avanzada desarrollada por estudiantes y profesores de la Universidad del Valle de Guatemala (UVG), marca un nuevo hito en la historia espacial del país. El proyecto, presentado durante el II Congreso Espacial Centroamericano, busca continuar el legado de su predecesor, el CubeSat Quetzal-1, el primer nanosatélite construido en Guatemala.
El proyecto detrás de Quetzal-2
El pasado 7 de agosto de 2024, más de 25 estudiantes y profesores de la UVG comenzaron a trabajar en la construcción de Quetzal-2, un nanosatélite CubeSat que tiene como objetivo fortalecer las investigaciones científicas en el ámbito espacial. El Quetzal-1, cuyo éxito fue notable al recopilar 84,000 paquetes de datos durante su misión de 211 días, inspiró este nuevo esfuerzo.
El Quetzal-2 busca ir más allá en el desarrollo de tecnologías espaciales fabricadas localmente, con la ambición de que el 80% de las piezas sean fabricadas en los laboratorios de la UVG, según indicó el Coordinador del Laboratorio Aeroespacial.
Un esfuerzo multidisciplinario y colaborativo
Este proyecto espacial involucra a estudiantes de diversas áreas académicas, como ingeniería mecánica, mecánica industrial, mecatrónica, electrónica y computación. La colaboración entre diferentes disciplinas es fundamental para asegurar el éxito del Quetzal-2, enfrentando retos tanto técnicos como organizativos.
Cada semana, los estudiantes se reúnen en sesiones generales y específicas para coordinar las tareas, resolver problemas y evaluar los avances. Este enfoque colaborativo no solo les permite aplicar sus conocimientos, sino que también los prepara para trabajar en un entorno multidisciplinario y real.
Un legado espacial que sigue creciendo
Aunque el Quetzal-1 concluyó su misión, los datos obtenidos continúan siendo aprovechados por investigadores en Guatemala, contribuyendo al conocimiento local en áreas como la observación de la Tierra y el monitoreo ambiental. Con Quetzal-2, la misión es ampliar el impacto de la investigación espacial y continuar posicionando a Guatemala en el mapa de la ciencia aeroespacial.
El futuro del Quetzal-2
A medida que el proyecto avanza, los estudiantes se enfrentan a desafíos como la construcción de componentes locales y la integración de tecnologías complejas. Sin embargo, la motivación y el compromiso de estos jóvenes promete llevar a Quetzal-2 a convertirse en una herramienta valiosa para la ciencia, reforzando la visión de Guatemala como un país que apuesta por la investigación y el desarrollo tecnológico.
Este nanosatélite no solo representa un avance científico, sino también un ejemplo del poder del trabajo en equipo y la innovación en el país.