Colaboración internacional da como resultado la captura de 12 mareros en la frontera entre Guatemala y El Salvador.
El escape de un grupo de mareros en la región de Chiquimula generó gran preocupación en la población a principios de esta semana. Los delincuentes, acusados de diversos delitos como secuestro, tráfico de producto ilícitos y extorsión, habían cruzado ilegalmente la frontera con El Salvador para escapar de la policía guatemalteca.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades para capturar al grupo, el escape de los mareros se prolongó por varios días
Sin embargo, el final de la historia resultó ser trágico.
El trabajo en equipo entre países puede ser clave en la lucha contra el crimen organizado. En una muestra de ello, el gobierno de El Salvador aceptó colaborar con las fuerzas especiales de Guatemala para capturar a un grupo de mareros que se encontraba fugitivo en su territorio.
Después de la elaboración de un plan táctico de noche, las fuerzas especiales guatemaltecas realizaron una fuerte ofensiva que culminó en una fusilade de más de una hora. En el enfrentamiento, 6 mareros perdieron la vida y otros 4 resultaron heridos.
Pero el operativo no terminó allí. En una casa que se encontraba en poder de los mareros, las fuerzas especiales descubrieron un gran arsenal de armas ligeras, pistolas automáticas, fusiles, granadas y metralletas de gran calibre. Además, se encontró una suma importante de dinero, equivalente a Q750000, así como productos ilícitos valorados en Q40000.
Lo más sorprendente del hallazgo fue el descubrimiento de falsos uniformes de la policía, lo que da cuenta de la peligrosidad y sofisticación del grupo criminal.

Este operativo es un ejemplo de la importancia de la cooperación entre países y del arduo trabajo de las fuerzas especiales para erradicar la violencia y el crimen en la región.