Así fueron las condiciones de liberación de José Rubén Zamora Marroquín

Así fueron las condiciones de liberación de José Rubén Zamora Marroquín

El periodista guatemalteco José Rubén Zamora Marroquín ha recuperado su libertad condicional tras una extensa audiencia que tuvo lugar en el Juzgado Segundo Pluripersonal de Primera Instancia Penal. La audiencia fue dirigida por el juez Erick García y culminó en la revisión de las medidas que mantenían al periodista bajo arresto desde julio de 2022. Esta decisión marca un nuevo capítulo en el controversial proceso judicial que ha enfrentado Zamora Marroquín, cuya detención se produjo después de haber lanzado fuertes críticas contra el presidente Alejandro Giammattei.

La Maratónica Audiencia y la Revisión de Medidas

La audiencia de revisión de medidas, que había sido aplazada en múltiples ocasiones debido a recusaciones y acciones dilatorias, finalmente se llevó a cabo con la presencia de varios representantes diplomáticos y de la Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI). Entre los presentes se encontraba el embajador de Alemania, Hardy Boeckle, y el fiscal Rafael Curruchiche, quien ha sido señalado por Estados Unidos como un “actor corrupto y antidemocrático”.

El juez Erick García emitió el fallo a favor de la revisión de las medidas cautelares, permitiendo que José Rubén Zamora Marroquín recobrara su libertad bajo ciertas condiciones. Entre las medidas impuestas están el arresto domiciliario, la prohibición de salir del país sin autorización judicial, y la obligación de presentarse cada ocho días a la Fiscalía de Gerona para un control biométrico, Zamora deberá contar con un garante que certifique y se comprometa a supervisar su cumplimiento de las condiciones establecidas.

Estas medidas también incluyen la prohibición de que el periodista se comunique con personas condenadas en su caso y la restricción de recibir su pasaporte, impidiendo cualquier intento de salida del país.

La detención de Zamora Marroquín el 29 de julio de 2022, durante el gobierno de Alejandro Giammattei, fue vista por muchos como una represalia por las críticas que el periodista había vertido contra el mandatario y su círculo cercano. Apenas cinco días antes de su captura, Zamora había publicado un editorial en su medio, El Periódico, titulado “La Fábula del Ogro y el Principito que lo quería todo”. En este artículo, Zamora acusaba a Giammattei y a su pareja sentimental, Miguel Martínez, de estar involucrados en actos de corrupción millonaria dentro del gobierno.

José Rubén Zamora, de 66 años, ha enfrentado varios cargos, entre ellos el de lavado de dinero, así como acusaciones por obstrucción a la justicia, hasta el momento no ha sido condenado en ninguno de los casos en su contra. El proceso más destacado ha sido el juicio por lavado de dinero, que se suspendió tras la intervención de una sala de Apelaciones, que anuló el procedimiento debido a las irregularidades detectadas.

Zamora Marroquín, reconocido por su labor periodística y su postura crítica hacia el poder, ha negado las acusaciones en su contra, asegurando que se trata de una persecución política motivada por sus denuncias contra la corrupción en el gobierno de Giammattei.

El caso de José Rubén Zamora ha captado la atención de la comunidad internacional, principalmente por su impacto en la libertad de prensa y los derechos humanos en Guatemala. Varias organizaciones de derechos humanos y de prensa han expresado su preocupación por la detención de Zamora y lo que consideran un intento del gobierno por silenciar voces críticas. Además, tanto Giammattei como Martínez han sido sancionados por Estados Unidos bajo acusaciones de corrupción, aunque ambos han negado dichas acusaciones en repetidas ocasiones.

La presencia del embajador alemán Hardy Boeckle durante la audiencia subraya la importancia que este caso ha adquirido en el ámbito internacional. La implicación de diplomáticos extranjeros refleja el interés y la preocupación de la comunidad internacional por el estado de la justicia y la libertad de expresión en Guatemala.

A pesar de haber recuperado su libertad condicional, José Rubén Zamora aún enfrenta un futuro incierto en términos legales. Los procesos judiciales en su contra siguen su curso, y su situación dependerá del desarrollo de las próximas audiencias y decisiones judiciales.

El caso de Zamora Marroquín no solo representa un desafío personal para el periodista, sino también un símbolo de la lucha por la libertad de prensa en Guatemala. Muchos ven en su caso un ejemplo del creciente hostigamiento hacia los medios independientes y críticos del gobierno. La comunidad internacional seguirá observando de cerca el desarrollo de los procesos judiciales, con el fin de garantizar que se respeten los derechos humanos y la independencia judicial en el país.

La libertad condicional de José Rubén Zamora Marroquín representa un alivio momentáneo para el periodista y su familia, pero también marca el inicio de una nueva fase en su batalla legal. A medida que los procesos judiciales avanzan, la comunidad internacional y las organizaciones de derechos humanos seguirán abogando por un juicio justo y transparente, mientras el periodista continúa su lucha por la libertad de prensa y la justicia en Guatemala.

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