Andrea Martínez Guerra: Despedida del INAP por Supuestos Vínculos con Miguel Martínez
El Instituto Nacional de Administración Pública (INAP) ha vuelto a ser el centro de atención tras la destitución de Andrea Beatriz Martínez Guerra, quien ocupó el cargo de asesora en la Unidad de Asuntos Jurídicos por solo diez días. La profesional, con antecedentes laborales polémicos, ha sido señalada por sus presuntos vínculos con Miguel Martínez, figura controvertida durante el gobierno de Alejandro Giammattei.
Un Contrato de Breve Duración, Contratada y Despedida en Menos de Dos Semanas
El contrato de Andrea Martínez Guerra fue registrado el pasado 4 de noviembre en el portal de Guatecompras, asegurándole un pago superior a Q11,000. No obstante, el 18 de noviembre, las autoridades del INAP decidieron prescindir de sus servicios.
Esta decisión se produce en medio de señalamientos sobre los nexos de Martínez Guerra con Miguel Martínez, quien fue una figura clave en el gobierno anterior y cercano al expresidente Giammattei.
Un Historial Controvertido, Señalamientos de Plaza Fantasma
El caso de Martínez Guerra no es nuevo en el ámbito público. Durante su tiempo en el Ministerio de Cultura, donde devengaba un salario mensual de Q18,000, fue acusada de ser una «plaza fantasma». Según trabajadores de la cartera, la exfuncionaria rara vez se presentaba en la oficina y únicamente asistía para cumplir con los requisitos mínimos y garantizar su pago.
Además, durante la campaña electoral como candidata a diputada por el partido Vamos, las ausencias se volvieron aún más frecuentes, alimentando las críticas hacia su desempeño laboral.
Negación de Vínculos con Miguel Martínez
A pesar de los rumores y de una fotografía que la muestra junto a Miguel Martínez en un evento del partido Vamos, Andrea Martínez Guerra ha negado tener una relación cercana con él. Según ella, la imagen fue tomada en un evento público de la organización política, argumentando que su presencia allí era circunstancial.
Incluso apuntó que, en la misma fotografía, aparecían otras figuras políticas, como la hija de un diputado de Izabal, sugiriendo que esto no prueba un vínculo personal.
La destitución de Martínez Guerra se produce en un contexto donde la confianza en las instituciones públicas está en entredicho. Este tipo de señalamientos refuerzan las percepciones de manejo cuestionable de plazas y contrataciones en el sector estatal.
Por otro lado, el INAP ha intentado desligarse de la polémica al actuar rápidamente, lo que evidencia una creciente sensibilidad hacia la transparencia en la gestión pública.
El caso de Andrea Martínez Guerra pone nuevamente en el foco el uso de recursos públicos y los vínculos políticos dentro de las instituciones estatales. Aunque ella niega cualquier relación con Miguel Martínez, los señalamientos y las decisiones tomadas por el INAP dejan en evidencia que la percepción de vínculos puede influir de manera decisiva en el futuro laboral de un funcionario.
La situación también sirve como recordatorio de la importancia de la transparencia en la administración pública, especialmente en un contexto donde la confianza ciudadana en las instituciones sigue siendo un desafío por superar.