Isla de Flores en alerta: Oleaje del Lago Petén Itzá amenaza negocios

Isla de Flores en alerta Oleaje del Lago Petén Itzá amenaza negocios

El Lago Petén Itzá, uno de los cuerpos de agua más emblemáticos de Guatemala, ha comenzado a presentar un fenómeno preocupante que está poniendo en alerta a los habitantes de la isla de Flores. El oleaje del lago, impulsado por fuertes vientos y el aumento en el nivel del agua, ha empezado a invadir áreas habitadas, afectando hoteles, negocios y calles principales de la isla. Esta situación ha generado preocupación en los pobladores, quienes temen que si el nivel del agua sigue aumentando, la isla podría verse gravemente afectada o incluso desaparecer en un futuro cercano.

Vecinos captan el avance del agua en video

Uno de los momentos más alarmantes quedó registrado en video por una vecina de la isla de Flores, quien documentó el impacto del fuerte oleaje mientras conducía por la zona afectada. La grabación muestra cómo el agua ha comenzado a desbordarse hacia las carreteras, poniendo en peligro a los conductores que se ven obligados a circular con extrema precaución. El malecón, una de las áreas más icónicas de la isla, ha sido uno de los sectores más golpeados por el avance del lago.

El video ha sido compartido en redes sociales, donde ha generado una gran cantidad de comentarios de preocupación y especulaciones sobre el futuro de la isla.

«El agua está recuperando su territorio», comentó una usuaria, mientras que otro expresó: «¿Será que en unos 25 años aún existirá esta preciosa isla?«.

El aumento del nivel del agua ha comenzado a afectar a hoteles y negocios cercanos al lago, algunos de los cuales ya han reportado inundaciones en sus instalaciones. Los propietarios temen que, de no tomarse medidas, el avance del agua pueda provocar daños irreversibles en la infraestructura y afectar gravemente el turismo, una de las principales fuentes de ingresos de la isla de Flores.

Los vecinos han destacado que es común que el nivel del lago aumente durante la temporada de lluvias, pero este 2024 ha sido especialmente preocupante debido a la magnitud del desbordamiento.

«Este año el nivel del lago ha subido más de lo normal. Ya el agua está entrando a algunas casas y negocios«, señaló un residente.

El temor más grande de los habitantes de la isla de Flores es que el Lago Petén Itzá siga avanzando y termine por cubrir gran parte de la isla. Algunos pobladores han expresado su preocupación de que la isla pueda desaparecer en los próximos años si el fenómeno continúa sin control.

«Dicen que en 2030 ya no va a existir la isla de Flores«, comentó un usuario en redes sociales, reflejando la inquietud de muchos.

A pesar de estas preocupaciones, expertos han señalado que este fenómeno es parte de un ciclo natural del lago, aunque coinciden en que el cambio climático y las condiciones meteorológicas extremas podrían estar intensificando el problema. Las autoridades locales aún no han emitido un plan concreto para mitigar el impacto del desbordamiento, lo que aumenta la incertidumbre entre los pobladores.

Hasta el momento, no se han implementado medidas oficiales para controlar el avance del agua, pero los residentes y empresarios locales han comenzado a tomar acciones preventivas por su cuenta, como levantar barreras temporales y reforzar los puntos más vulnerables de sus propiedades. Sin embargo, es evidente que estas medidas no serán suficientes si el nivel del lago sigue aumentando.

Los habitantes de la isla hacen un llamado a las autoridades para que tomen acción y desarrollen un plan integral que no solo contemple la protección de la infraestructura, sino también el bienestar de la comunidad y la preservación del turismo, un pilar fundamental para la economía de la región.

El caso del Lago Petén Itzá y su impacto en la isla de Flores es un recordatorio de la fragilidad de los ecosistemas frente a los fenómenos naturales y el cambio climático. La situación actual en la isla es preocupante y requiere una respuesta rápida y coordinada entre las autoridades y la comunidad local para evitar que el turismo, el patrimonio cultural y la vida de sus habitantes se vean gravemente afectados.

Los próximos meses serán cruciales para determinar el futuro de la isla de Flores y para evaluar si las medidas tomadas podrán frenar el avance del lago y proteger esta joya turística de Guatemala.

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