VIDEO, Protestas en Cantel: Comunidad Rechaza Construcción de Templo

VIDEO, Protestas en Cantel Comunidad Rechaza Construcción de Templo

La comunidad de Cantel, en el departamento de Quetzaltenango, fue escenario de una multitudinaria protesta ayer, en la cual participaron cientos de pobladores que se oponen a la construcción y funcionamiento de un templo de adoración a la Santa Muerte en su localidad. Esta manifestación, liderada por residentes y figuras destacadas de la comunidad, se llevó a cabo en Llanos de Urbina, como una muestra del descontento y la preocupación que genera entre los vecinos el establecimiento de un espacio de culto dedicado a una figura controversial.

El Centro Espiritual Encanto del Keme, nombre oficial del lugar, ha generado intensas divisiones en la comunidad, especialmente porque es visto por algunos como una amenaza a los valores y la identidad cultural de Cantel. Con carteles en mano y mensajes de rechazo, los manifestantes marcharon en caravana para exigir a las autoridades municipales y gubernamentales que intervengan para detener la actividad de este centro.

Los Motivos de la Protesta y la Reacción de la Comunidad

En Cantel, una comunidad con fuertes tradiciones y creencias religiosas, la idea de un centro de adoración a la Santa Muerte ha provocado reacciones de desconcierto y oposición. La Santa Muerte, figura venerada en algunas culturas, es vista por los habitantes de Cantel como un símbolo ajeno y conflictivo con los valores que predominan en su comunidad. La mayoría de los residentes de Cantel practica la religión católica o protestante, y la presencia de un centro dedicado a la Santa Muerte ha sido percibida como un desafío a las creencias y costumbres religiosas establecidas.

El acto de protesta fue un intento de visibilizar el rechazo de la comunidad hacia el funcionamiento del templo. Los pobladores exigen a las autoridades municipales y nacionales que no otorguen permisos de funcionamiento ni licencias de construcción al Centro Espiritual Encanto del Keme. Para los manifestantes, la presencia de este lugar es una amenaza directa a la armonía y seguridad de su comunidad, ya que consideran que podría incitar prácticas que ellos creen negativas o desestabilizadoras.

El alcalde de Cantel, Allan Cabrera, aseguró a los manifestantes que el centro en cuestión no cuenta con licencia de construcción, y que, de acuerdo con los registros oficiales, no se ha autorizado el uso de este espacio para actividades de culto, la declaración del alcalde no parece haber sido suficiente para apaciguar las preocupaciones de los vecinos, quienes temen que el lugar continúe operando sin control.

Posición de los Propietarios del Centro Espiritual Encanto del Keme

Los propietarios del Centro Espiritual Encanto del Keme han señalado que llevan operando en ese lugar desde hace ocho meses sin incidentes ni conflictos previos con los vecinos. Alegan que sus actividades son pacíficas y de carácter espiritual, enfocadas en brindar a sus seguidores un espacio para la práctica de sus creencias. Según ellos, la oposición por parte de la comunidad ha surgido repentinamente, lo cual atribuyen a prejuicios o falta de conocimiento sobre el verdadero propósito de su espacio.

Asimismo, han mencionado que han intentado dialogar con las autoridades locales y están dispuestos a resolver cualquier inconveniente de manera pacífica, ante la fuerte resistencia que han encontrado, se muestran preocupados por la viabilidad de su proyecto y el derecho a practicar libremente sus creencias.

El conflicto que ha surgido en Cantel entre la comunidad y los propietarios del centro espiritual plantea una serie de interrogantes sobre el papel de las autoridades en temas de diversidad religiosa y cultural. Las demandas de los manifestantes son claras: desean que se impida el funcionamiento del centro para proteger lo que consideran como la identidad y valores de su localidad. No obstante, desde el punto de vista de los propietarios, la situación representa una amenaza a su derecho de libertad de culto.

A medida que se intensifica la controversia en Cantel, la posibilidad de una solución parece más lejana, pero algunos líderes de opinión sugieren que el diálogo entre ambas partes podría ser una vía para resolver el conflicto. Según algunos observadores, un espacio de comunicación entre la comunidad y los propietarios del centro permitiría esclarecer el tipo de prácticas que se realizan en el templo y reducir los temores de la población.

El objetivo sería llegar a un acuerdo que permita la convivencia y el respeto mutuo sin que ninguna de las partes se vea obligada a renunciar a sus creencias, este enfoque requiere la mediación de autoridades que comprendan la importancia de la cohesión social en comunidades tan unidas como la de Cantel.

A medida que los eventos en Cantel se desarrollan, los ojos están puestos sobre cómo el gobierno local manejará este complejo tema. La decisión que se tome podría tener repercusiones a largo plazo no solo en la comunidad, sino también en otros municipios de Guatemala que enfrentan desafíos similares en cuanto a la diversidad religiosa y cultural.

Para Cantel, este es un momento crucial en el cual se definirá si la comunidad puede mantener su cohesión mientras respeta el derecho de otras personas a practicar sus creencias de forma pacífica. La próxima semana se esperan reuniones entre los representantes de la comunidad, los líderes del centro y las autoridades municipales para discutir el futuro del centro espiritual en Cantel y su impacto en la comunidad.

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