Aumenta el costo de la canasta básica alimentaria en Guatemala: informe del INE refleja presión económica para las familias
La inflación sigue impactando el bolsillo de los guatemaltecos, especialmente en el área urbana
Durante los últimos meses, la situación económica en Guatemala ha presentado señales claras de presión sobre el poder adquisitivo de los hogares, especialmente en lo que respecta al acceso a alimentos esenciales. El reciente informe publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondiente a mayo de 2025 revela un nuevo aumento en el precio de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), una medición fundamental para evaluar el costo mínimo que necesita una persona para cubrir sus necesidades nutricionales diarias.
De acuerdo con el reporte, el costo de la CBA en el área urbana alcanzó un valor de Q915.75 por persona en mayo, superando los Q911.33 que se registraron en abril. Aunque el incremento puede parecer leve en términos numéricos, para miles de familias significa una carga adicional en su presupuesto mensual.
Zona rural también experimenta alza, aunque con cifras menos pronunciadas

En el área rural, donde la capacidad adquisitiva suele ser más limitada, también se observó un ajuste en los precios. La CBA pasó de Q700.09 en abril a Q704.46 en mayo. Este comportamiento evidencia que la inflación no es exclusiva de las ciudades, sino que impacta de forma transversal en todo el territorio nacional.
Si bien algunos productos mostraron una reducción en sus precios, como los limones, el apio y los frijoles negros secos, esta disminución no fue suficiente para compensar el alza general en otros alimentos de consumo masivo. Entre los productos que más aumentaron su valor figuran el tomate, el pan y el servicio de energía eléctrica.
Canasta ampliada muestra un encarecimiento aún más pronunciado

Más allá de los alimentos esenciales, el INE también actualizó los datos sobre la Canasta Ampliada (CA), la cual considera no solo los alimentos básicos, sino también otros bienes y servicios necesarios para mantener un nivel de vida digno. Esta canasta incluye gastos en vivienda, salud, educación, transporte, comunicaciones, cultura, vestimenta, cuidado personal y servicios financieros.
El costo mensual de la Canasta Ampliada para el área urbana se ubicó en Q2,217.04, reflejando una diferencia notable respecto al área rural, donde el monto fue de Q1,386.38. Esta brecha entre los dos territorios pone de manifiesto las desigualdades en el acceso a servicios y productos básicos en el país.
La realidad es clara: mientras los precios continúan al alza, los ingresos de muchas familias guatemaltecas no se ajustan en la misma proporción, generando una creciente preocupación entre los sectores populares y de clase media.
La inflación en Guatemala sigue en aumento: más de 200 productos subieron de precio en mayo

Según el Índice de Precios al Consumidor (IPC), la inflación mensual entre abril y mayo de 2025 fue de 0.24 por ciento. Aunque la cifra puede parecer modesta, representa un aumento respecto al mismo periodo de 2024, cuando se reportó un 0.03 por ciento. La inflación acumulada en el último año asciende ya al 1.69 por ciento, lo que confirma una tendencia persistente de encarecimiento de la vida.
El informe del INE señala que de los 436 productos que componen el IPC, 241 registraron un aumento en su precio, mientras que 147 bajaron y 48 no mostraron variación alguna. Este comportamiento indica que la mayoría de los artículos esenciales para los hogares guatemaltecos están experimentando algún grado de encarecimiento.
Entre los productos con mayor variación positiva destacan los tomates, el pan y el consumo de energía eléctrica. Estas alzas tienen un efecto directo en la economía familiar, especialmente cuando se consideran los gastos acumulativos en el mes a mes.
¿Cómo afecta este panorama a los hogares guatemaltecos?

Los datos revelados por el INE tienen implicaciones directas para millones de familias en Guatemala. Un incremento sostenido en el costo de la Canasta Básica Alimentaria y la Canasta Ampliada implica que muchos hogares deben destinar un mayor porcentaje de sus ingresos únicamente a satisfacer necesidades esenciales. Esto reduce la capacidad de ahorro, restringe el acceso a bienes y servicios no prioritarios, y limita las posibilidades de desarrollo y movilidad social.
Además, el impacto es más severo en los hogares con menores ingresos, en donde cualquier aumento, por mínimo que sea, puede representar la diferencia entre una dieta balanceada y la inseguridad alimentaria. A largo plazo, esta situación puede traducirse en mayores índices de desnutrición, problemas de salud pública y una pérdida general en la calidad de vida.
¿Qué medidas podrían mitigar el impacto de estos aumentos?

Frente a este panorama, expertos en economía social sugieren la implementación de políticas públicas orientadas a contener los precios de productos esenciales y fomentar el acceso a alimentos de calidad a precios razonables. Entre las propuestas destacan el fortalecimiento de los mercados locales, incentivos a la producción nacional de alimentos, subsidios dirigidos a sectores vulnerables y una vigilancia más estricta sobre los márgenes de ganancia de intermediarios.
También se ha planteado la necesidad de promover la educación financiera como herramienta clave para que los hogares aprendan a gestionar mejor sus recursos y minimizar el impacto de la inflación en su economía diaria.
Si quieres quedarte con nosotros y ver mas Noticias, Deportes, Recetas, Tecnología y Eventos, Conocer lugares y todo lo relacionado con Guatemala, únete a nuestros grupos Telegram y Whatsapp.






