Cientos de habitantes de comunidades cercanas al Volcán de Fuego enfrentan serias dificultades de movilidad debido a las correntadas que descienden por el Paso del Jute.
Afectados por las correntadas
Los vecinos de Osuna, Ceylán, Chuchú, Lucernas, Santa Marta, Don Pancho y La Trinidad han quedado varados en la zona, ya que enormes piedras, ramas y material volcánico arrastrados por el cauce impiden el paso.
Estas condiciones obligan a los habitantes a esperar varias horas hasta que el flujo disminuya y se logren hacer reparaciones temporales en el paso.
“No podemos llegar a nuestras casas ni salir a trabajar, todo depende de que el agua y la correntada bajen”, relató un poblador afectado.
Riesgo constante en temporada lluviosa
El fenómeno se intensifica durante la época de lluvias, cuando las precipitaciones en las faldas del volcán arrastran gran cantidad de sedimento.
Protección Civil ha recomendado a las comunidades cercanas estar alertas y evitar cruzar la zona mientras las correntadas se mantienen activas.
Necesidad de soluciones permanentes
Aunque se realizan intervenciones puntuales para habilitar el paso, líderes comunitarios piden una solución de infraestructura definitiva que permita garantizar el tránsito seguro y continuo, especialmente para estudiantes, trabajadores y productores agrícolas que dependen de esta ruta.
